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domingo, 7 de julio de 2013

El gato con su Luna

Salió por la ventana, caminó por las rejas, saltó hasta la terraza del vecino, y camino por su techo, luego por el de Juan y finalmente se subió al tapial de Leticia.
Desde ahí pudo ver absolutamente todo lo que un humano jamás podría ver e hizo lo que ninguno jamás podría hacer. Desde allí arriba vio al ser humano deshumano. Vio gente apurada, vio raras máquinas yendo a mil, vio violencia, vio intolerancia, vio insensateces, lo vio todo.
 Luego miró hacia arriba, y se quedó viendo la Luna. Ella también lo observaba, ella también lo entendía. Ambos soñaban con los que querían cambiar, y creían que se podía. Creía en lo que alguna vez alguien había dicho de no aceptar lo habitual como cosa natural pues en tiempos de desorden sangriento, de confusión organizada, de arbitrariedad conciente, de humanidad deshumanizada, nada debía parecer imposible de cambiar. Tan cierta frase para tal sociedad.
Habiendo reflexionado una vez más con su compañera de todas las noches, decidió volver a su desorden cotidiano donde las personas estaban tan ciegas como el resto del mundo.

1 comentario:

  1. hola! este es mi blog por si quieran seguirlo, a todos los que me siguen los seguire de vuelta!
    http://dianabangbang.blogspot.com/

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